La verdad es que era un reto que me infundía respeto, dada la audiencia: estudiantes con espíritu crítico y un alto nivel cultural. Y, por otra parte, nunca me había imaginado a mi misma en semejante situación, puesto que fui una mala estudiante, más inclinada a dejar volar la imaginación que a concentrarme en los libros. A pesar de lo cual, me licencié en psicología, todo hay que decirlo.
Uno de mis temores era no saber de qué hablar durante dos horas; pero entre Montse y yo habíamos dividido la charla en tres bloques: el mundo de la ficción, donde básicamente hablaría de mi novela y del proceso creativo; el ámbito comercial, es decir, desde las dificultades para publicar hasta el seguimiento y la promoción del libro; y el mundo psicosocial del escritor o escritora: la soledad necesaria, la especial sensibilidad creativa, el equilibrio emocional...Lo que no solo me facilitó la tarea sino que me dio alas, y hubiese seguido hablando durante dos horas más... Parece que no me conozca a mi misma: me ponen un auditorio delante y ya no hay quien me pare, jeje.
Para mí fue una experiencia muy grata y creo que los alumnos también disfrutaron de la charla. Al menos, así me lo transmitieron, después de escucharme con atención y mostrarse muy interesados.
Desde aquí, mi agradecimiento a Montse Ferrás y a sus chic@s!

La verdad, Lola, cuando yo estudiaba Derecho me hubiese gustado poder disfrutar de una charla así. Estoy seguro de que fue muy interesante.
ResponderEliminarHola Jesvel!
ResponderEliminarcreo que l@s chic@s lo pasaron bien. Al menos, fue diferente de lo que estan acostumbrad@s.
SAludos!