Hace tiempo que no escribo en este blog porque Nunca fuimos a Katmandú ya ha cumplido tres años de vida y, como es lógico, ha dejado de ser novedad y de generar constantes noticias.
Por otra parte, hay que seguir adelante, y otros libros, como Gatos por los Tejados y Habana Jazz Club, requieren ahora mi atención.
Sin embargo, y aunque con menos ruido que al principio, Nunca fuimos a Katmandú sigue presente en librerías físicas y vendiéndose de una manera constante, aunque más discreta, a través de Amazon, y llegando a todos los rincones del mundo.
Muchas cosas han cambiado desde octubre del 2010 en que la novela vio la luz por primera vez. La crisis nos ha invadido por completo y se hace mucho más difícil que entonces publicar con una editorial convencional, si bien seguimos contando con la posibilidad que nos brinda Amazon de ofrecer a los lectores nuestras creaciones tanto en edición impresa como en ebook.
Otro acontecimiento notable e inesperado ha sido que si mis chicas de papel nunca fueron a Katmandú, yo sí lo he hecho recientemente y no he podido por menos que imaginarlas a ellas paseando por la ciudad mítica.
Ya tengo escrito el libro donde cuento esta increíble experiencia. Dudé si hacer una segunda parte de Nunca fuimos a Katmandú, pero al final me decanté por escribir un diario de viaje que me permitiera narrar mi aventura y mis sensaciones de una manera directa, sin recurrir a la ficción.
Espero que pronto llegue a manos de los lectores.